13 mar 2010

des-encuentro

Nunca me di cuenta, de como sus manos se apagaban en cada desencuentro, en cada transición vacía, hasta ahora. Solo querer pertenecerte. Ahora me veo empapada en el mismo estadio. Siguen sus latidos en mi pecho. Me quema el recuerdo de ese único beso. Y en la sombría espera me entrego a la incertidumbre. El caos circula por mi mente, aguardo una mínima señal. Dos almas sustancialmente separadas, esperando encontrarse, en un futuro incierto.